Quizás esta sea una noticia que para muchos de nuestros lectores pase desapercibida, pero cuando por razones de trabajo o personales te mudas a otro país puede ser una de las mejores noticias que te han dado.

Te mudas a otro país y lo primero que coges es tu Xbox y todos sus complementos, juegos, mandos, volantes, Kinect, etc. Cuando llegas al nuevo país, la colocas en un sitio privilegiado, a conectas a internet y te dispones a iniciar sesión con tu cuenta Live Gold. Y en ese momento te das cuenta de que tu usuario no está permitido en otro país, por lo que tus amigos, tus logros, tus descargas de pago, tu avatar y tu dinero virtual no están accesibles. Lo que te deja 2 opciones, crear una cuenta nueva y recomprar lo que ya habías comprado o dejar de jugar online (opción del todo modo impensable en nuestro caso). Bien, pues ahora ya podrás migrar de país (siempre que el nuevo país acepte servicio Live) y recuperar tu cuenta con todos sus complementos. Anotar que algunas cosas como ciertos juegos, subscripciones o contenidos descargables no están en todos los países y no podrás migrarlos.

Por otro lado, Xbox también ha comentado que gracias a un acuerdo con NVIDIA, algunos de los juegos de Xbox empezaran a estar disponibles en Windows 8 y Windows RT. Ahora podrás empezar a jugar en el ordenador y seguir en la Xbox. Eso si, seguramente tendrás que comprarlos en las dos plataformas

En la cabeza de alguno resonaran los ecos que hace ya un tiempo hablaban de la idea de unificar las plataformas de juegos PC y Xbox permitiendo a los jugadores enfrentarse en partidas online desde las dos plataformas, y que se quedó en eso, una idea. Esto fue principalmente por las diferencias que se generaban entre las dos plataformas por los controles disponibles (un teclado y ratón tiene todas las de ganar contra un control de Xbox). Este impedimento sigue existiendo, por lo que los juegos que disfrutaran de esta conectividad entre plataformas estarán enmarcados en lo que se llaman arcades en su mayoría. Pero es un paso adelante. Démosles tiempo a ver con que nos sorprenden.