Microsoft apuesta por la nueve en todas sus áreas y Office no iba a ser una excepción. Desde la salida de Office 365 casi todos los esfuerzos están puestos en convencer a los usuarios (principalmente las empresas) para que se pasen a este nuevo modo de usar office.

Office 365 ofrece las mismas capacidades que office 2013 y algunas superiores, pero con la diferencia de que el alojamiento de toda la información se realiza en la nube, y el mantenimiento de las herramientas ofimáticas depende de Microsoft. La forma de adquirir office 365 es por medio de cuotas que dan derecho a acceder a la herramienta. Según la cuota que paguemos podremos usar diferentes soluciones de Office y durante más o menos tiempo.

Una de las formas en las que esperan convencer al usuario final de este cambio es mediante aplicaciones dedicadas que completen las funciones nativas de Office y actualizaciones continuas que corregirán posibles fallos y optimizaran el uso del paquete ofimático.

Por el momento Microsoft seguirá creando la versión tradicional instalable de Offcie, o al menos según sus palabras “mientras exista demanda” lo que puede que sea por mucho tiempo mientras no cambie el concepto de uso de “la nube” de la gran mayoría de usuarios.

Es comprensible que Microsoft quiera migrar a los usuarios de Office hacia Office 365, por múltiples beneficios, tanto para ellos como para el usuario (sin ir más lejos las opciones de compartir se multiplican exponencialmente). Pero la más clara es conseguir reducir los niveles de piratería de Office. En conversaciones con responsables de Microsoft Ibérica, el mayor problema de piratería que tienen actualmente es con Office, y en España es alarmante.

Hoy en día conseguir una copia de Office “no oficial” es tremendamente sencillo, pero con el formato de acceso a servidores por usuario la cosa cambia radicalmente, y así conseguirían convertir muchos usuarios en Usuarios-Clientes

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